5.- ASOCIACIÓN INVERSA DEL TABACO Y EL
PARKINSON Y EL ALZHEIMER.-
En este apartado vamos a exponer la relación que presenta la
ingesta del tabaco, con el desarrollo de las patologías neurodegenerativas.
En una primera fase,
el consumo del tabaco coadyuva a proteger a las personas impidiendo la
incidencia de estas patologías. El hábito del tabaco, en mayor o menor medida,
contribuye, principalmente a través de la nicotina y, en cierto modo del
alquitrán, a proteger junto a la sustancia mucosa, el orificio que comunica la
cavidad nasal con la cavidad vomeronasal, impidiendo, por ende, que se pueda
activar el OVN de forma y manera permanente, quedando provisionalmente anulado,
inhibiendo la llegada de vomeroferinas y, en su consecuencia la activación de
todo el proceso desencadenante.
Ahora bien, esta fase
inhibidora inicial, se transforma con el tiempo, en otra potenciadora de las
patologías neurodegerenativas. La acumulación y el sedimento de la nicotina y,
sobremanera el alquitrán, tras varios años de ingesta, produce no sólo el
ensanchamiento del pequeño orificio de apenas 1 milímetro de diámetro, sino que
incluso, puede llegar a dañar a parte del epitelio vomeronasal, en el que radican
las célular periféricas, produciendo graves consecuencias.
Con esta segunda
fase, se daría explicación a los procesos desencadenantes y virulentos de las
personas que, tras varios años consumiendo tabaco, dejan repentinamente de
fumar. En un primer estadio, se produce una paulatina desaparición de la
nicotina y el alquitrán sedimentados en la zona, para posteriormente, dejar
descarnado e indefenso al OVN, con una mayor penetración de vomeroferinas,
potenciando la activación permanente y más intensa del OVN, sin que pueda ser
compensada por la segregación de sustancia mucosa.
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