Monday, May 28, 2012

ÓRGANO JACOBSON O VOMERONASAL. SEGUNDA PARTE.


    El Órgano Vomeronasal en humanos se puede considerar como un VESTIGIO EVOLUTIVO. En un principio, resultó ser un órgano fundamental que nos proporcionó la naturaleza para la subsistencia del ser humano para, posteriormente y, tras el desarrollo del córtex cerebral, quedar relegado evolutivamente a un segundo plano. Al  ser humano se le ha dotado evolutivamente con el neocórtex de la capacidad de discernimiento para procrear, alimentarse o afrontar situaciones de peligro.



   Un órgano plenamente funcional en su inicio, desde la conformación del neocórtex, ha ido paulatinamente perdiendo virtualidad inhibiéndose una gran parte de su funcionamiento, sin que por el contrario, haya sido anulado en su totalidad. En su consecuencia, actualmente, es un órgano PARCIALMENTE FUNCIONAL, toda vez que el Epitelio Vomeronasal recubre parcialmente el OVN.



    El Órgano Vomeronasal Humano, es un Órgano Olfatorio Accesorio o Secundario  del Sistema Olfatorio Principal, que tiene como función básica PERCIBIR MENSAJEROS QUÍMICOS EXTERIORES ESPECÍFICOS.



    Estas sustancias químicas volátiles se denominan VOMEROFERINAS y, al  igual que el OVN han experimentado un gran cambio  tanto en frecuencia como en intensidad, sobremanera, con la  proliferación de sustancias químicas de nuevo cuño que quedan suspendidas  en el ambiente, tanto en zonas rurales como urbanas.



    Desde la Revolución Industrial, el número de sustancias químicas volátiles y contaminantes suspendidas en el aire ha crecido exponencialmente y, por ende, su exposición al OVN.



    La MORFOLOGÍA DEL OVN difiere sustancialmente de unas personas a otras, así como su localización y desplazamiento. Ello es debido a que durante la embriogénesis, aproximadamente entre los días 37 a 43, dependiendo de cada individuo, sufre una invaginación, a partir de la cual adopta la forma ciliada o tabular. En su desarrollo embrionario y, debido a su atrofia evolutiva,  aproximadamente durante la semana 12 a la 14 de gestación, se evidencia que el mismo ha perdido una gran parte de la funcionalidad, conservando una menor  cantidad de neuronas receptoras sensoriales y nerviosas, mermando en consecuencia la capacidad de recepción del epitelio vomeronasal.

     En su consecuencia, la forma que adopta finalmente en seres adultos, así como su localización y desplazamiento, difiere de unos seres humanos a otros. Unas veces,  adopta una forma ovalada, otras más circular, pero siempre de manera irregular, prevaleciendo la forma de saco cónico.



            La cavidad vomeronasal humana, aproximadamente tiene una extensión de unos 7 milímetros y, una anchura máxima de unos 4 milímetros. Es de ESTRUCTURA BILATERAL- recibe señal y emite respuesta-, en forma de tubo o cilindro irregular. Dicha cavidad, está conformada por microvellosidades a modo de membrana, detectándose en su interior neuronas, sensoriales bipolares,  que recubren parcialmente el OVN, actuando a modo de un epitelio vomeronasal.  



            El meritado epitelio vomeronasal, desde la gestación del neocórtex, ha experimentado una progresiva atrofia o minoración de funcionalidad, perdiendo una gran parte de sus neuronas sensoriales bipolares así como de las ramificaciones nerviosas que con el mismo conectan. En la actualidad, en los seres humanos, podemos aseverar que se encuentra PARCIALMENTE FUNCIONAL.



      Una característica esencial del OVN, consiste como desarrollaremos más adelante en el estudio del proceso desencadenante, es que conecta directamente con el Sistema Nervioso Central a través de los Nervus Terminallis.



      Por último, significar que la Cavidad Nasal y la Vomeronasal, se encuentran COMUNICADAS  por un minúsculo orificio de apenas 1 milímetro de diámetro. Dicho orificio, está protegido por la acumulación de sustancia mucosa respiratoria que actúa a modo de filtro protector.


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